Agosto

En el intervalo que nos separa del otro,
la vereda de enfrente, cruzando la niebla.
Imposible es nadar hasta vos,
siempre me ahogo a medio camino...
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Donde el ser humano es incapaz de comprender,
la suerte es el único destino.
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Si es que somos tantas cosas,
a veces tan pocas.
Si es que todo parece escrito,
otras veces confuso, no creemos en el destino.
Si es que creo en que hay gente que me quiere,
pero cuando vuelvo a casa me siento solo.
Si sueño con vos todas las noches,
aunque al despertarme tu magia se desvanezca...
Decime si no te sentiste vital amando a la vida,
pero también tuviste ganas de no haber nacido.
Entonces sólo te digo, querida:
Veamos la luz de cada día,
dame tu amor si el sol no brilla.
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Después de algunas victorias,
despúes de algunas perdidas.
Pensé en tener todo,
pero supe lo que era no tener nada.
También estaba lo ambiguo,
muchas veces lo desconocido.
Creí en lo infinito,
pero morí de sed al no tener verdad.
Viví tu mentira, pero morí ciego...
Después de tanto y tanto que he visto,
todavía es muy poco lo que he vivido;
y es verdad que la verdad no es más que estados de ánimo,
y el amor una mentira que soñamos...

Esta está buena, tengo que repetirla...

Lo importante sería poder, y ser consciente de eso, porque nunca salen mejor las cosas, y si está la posibilidad de que el fracaso sea más duro al tener más expectativas, bueno, aunque esa posibilidad esté latente, no podría haberse ganado tanto sin la fuerza que te lleva a defasar un poco la realidad.
No me va mal así, y capaz sea verdad que haya un tiempo en el que no haya más de este tipo de emociones, y capaz no haya una época tan linda cómo ésta, pero vivir también consiste en la inocencia de no saber qué es lo que viene, por lo tanto se arriesga más al presente, ya que no se sabe si mañana tendremos qué arriesgar...

Te ví por primera vez y ni siquiera me esperancé porque seas esa persona especial. Te escuché hablar, escuché tu voz, me pareciste inteligente y que eras capaz de hacerme feliz aunque sea por un rato, pero todavía no me hacía ilusiones. Creí que tratabas de acercarte a mí, y hablamos, dirigiste tu voz hacia mi, te vi simpática pero todavía no...
Que lindo fué cuando me senté al lado tuyo, sentí que la suerte estaba jugando conmigo de vuelta, como hace muchísimo, tu cara era tan hermosa como en la historia más conocida, como en el sueño más soñado...pero por ser precavido no pasó por mi cabeza ni por una milésima de segundo. Jugamos, nos reímos, hablamos en serio, me sorprendí de lo hermosa y lo inteligente que podías ser, pero mi experiencia me dijo que estabas siendo un poco distante, un poco fría. Mi cabeza le decía a mi corazón que no convenía estar tan apasionado; y la ilusión ya había empezado, es cierto, pero a pesar de todo eso mi escudo estaba prendido. Prendido en honor a los asesinatos, a las pérdidas, a la memoria, a la sangre...

Debe ser verdad eso de que no haya una persona especial para cada uno, porque uno puede enamorarse, pero la vida ser muy cruel, y en el amor juega la cabeza, sola, contra la suerte y el corazón.

Por qué sigo siendo el mismo? Por qué las memorias no le impiden al corazón enamorarse?